Método dialéctico

Etimológicamente, la palabra española dialéctica proviene de las voces griegas dia equivalente a a través de, y legein equivalente a decir. Se reconoce como fundador de la dialéctica a Heráclito, para quien la realidad es un constante devenir, producto de las tensiones entre contrarios, lo que a la postre se resuelve en su fusión.

En los tiempos modernos, Federico Hegel dio a la dialéctica una nueva dimensión: la de un método en el que se distinguen claramente tres elementos diferentes: la afirmación o tesis, la negación o antítesis, y la negación de la negación o síntesis que puede convertirse en nueva tesis. En el esquema hegeliano todo concepto es un punto de partida que propone a su contrario, porque da lugar a una contradicción; así, de una tesis surge una antítesis, y de ambas arranca la necesidad de un tercer concepto que será la síntesis, la cual fusiona los dos conceptos precedentes, los rebasa y, en una nueva tesis elimina su contradicción; empero, la síntesis, es decir, el nuevo concepto superior, a su vez, propone a su contrario, con lo que volvemos a tener tesis, antítesis y síntesis, en un proceso sucesivo e indefinidamente repetitivo.

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